jueves, 14 de marzo de 2013

Felipe Pirela, el Bolerista de Amèrica

Felipe Antonio Pírela Morón, talentoso, valiente, luchador e introvertido, nace un septiembre del año 1941 en el Estado Zulia, Venezuela. En un humilde hogar de padres trabajadores, alegres y honestos, en su barrio natal, El Empedrado, cuna de poetas, compositores, cantantes y gaiteros, entre trovas y cantares crece Felipe. 

   A los 13 años de edad, Felipe Antonio organiza la agrupación Los Happy Boys junto a tres de sus hermanos y varios amigos del barrio de Santa Lucía en el Estado Zulia,  demostrando claras aptitudes para la música y el canto. Esa iniciativa le permite,  ser escuchado por músicos de profesionales mayor talante, y pronto es invitado a participar como bolerista en la Orquesta de Juanito Arteta y Los Peniques. De pronto, este novel intérprete de Los Peniques, se encuentra cantando en la televisión, en el famoso Show de las Doce animado por Víctor Saume ante todo el país. 
    Pocos días pasaron después de su presentaciòn en la televisiòn, de pronto  el pequeño Felipe, como muchos lo llamaban, recibe una llamada de su admirado maestro Billo Frómeta, quien le informa que desea visitarlo en su casa, que quiere conversar con él. La familia emocionada, se prepara para el evento; comidas y ambiente festivo esperan al gran artista, pero el maestro al fin llega a su casa y solo le dice “mira muchacho quiero contratarte para mi orquesta, tienes una voz de Ángel y tu límite es el cielo”.  Felipe contaba sólo con 17 años. Billo en esa época estaba reagrupando su Orquesta para reaparecer el 14 de julio de 1960, e iniciar,  lo que jocosamente llamó la tercera República, es decir, la tercera etapa de su actividad musical en Venezuela.  Su orquesta se encontraba paralizada desde el año 1958, como resultado de una serie de medidas aplicadas en su contra, y entre sus planes de relanzamiento figuraba Felipe Pírela como bolerista y el gran Cheo García como guarachero. 
   Felipe, con la Orquesta de Billo inicia una carrera explosiva cargada de éxitos y fama. Graba uno de sus primeros éxitos; el bolero de Ítalo Pizzolante "Puerto Cabello", así como también: "Caraqueñita", "No Vale la Pena", "Por la Vuelta", "Para qué recordar", "Quisqueya", Pobre del Pobre", El Malquerido", "Sombras" y los Mosaicos del 1 al 10, con los cuales inició una serie interminable de triunfos a nivel nacional e internacional. El muchacho de Maracaibo, lo había logrado. Felipe entonces es reclamado internacionalmente y, con tan sólo tres años de permanencia (1960-1963) renuncia a la orquesta del maestro Billo para probar suerte en el extranjero. Con la aprobación y asesoría de Billo se marcha a México y en el país azteca graba su primer álbum, “Un solo camino” junto al músico Jesús “Chucho” Rodríguez, producción que le valió el sempiterno seudónimo del “Bolerista de América” otorgado por la crítica especializada mexicana. Al año siguiente Felipe, siendo un joven de 23 años en plena efervescencia causada por la fama y compromisos internacionales, regresa a Venezuela en 1964, se casa con Mariela Montiel su novia de 13 años de edad. No cuesta mucho trabajo comprender que la inmadurez, inexperiencia y falta de tiempo para compartir como pareja, llevan a este joven matrimonio al fracaso. Su esposa lo abandona y se produce un proceso de divorcio muy traumático, marcado por declaraciones de prensa que persiguen destruirlo moralmente y sacar un máximo provecho económico de la separación, circunstancia que afecta notablemente la imagen, economía y ánimo de Felipe. 
   Se comentò y aùn se hace que, fuertemente deprimido Felipe se “destierra” y comienza un ciclo interminable de giras y permanentes viajes a Colombia, República Dominicana, Estado Unidos, Canadá y Puerto Rico donde decide radicarse. En esta etapa como solista internacional, su talento, humildad y carisma reciben el respaldo de grandes maestros como JOSE SABRE MARROQUIN, MEMO SALAMANCA, CHUCHO RODRIGUEZ, ANIBAL ABREU, EDUARDO CABRERA, y PORFI JIMENEZ, y su obra, a pesar de su dolor y confusión, nuevamente es aclamada internacionalmente y sigue siendo reconocido como el mejor bolerista de América. 
   Trágica e inesperadamente, nuestro gran Felipe Pirela,  en un fatídico 02 de julio de 1972, después de regresar de Nueva York y de haber terminado de grabar allì una producción que el mismo denominò “la mejor de Felipe”, al salir para el hotel donde se hospedaba, después de terminar un compromiso artístico en un local nocturno, es asesinado en una oscura calle de San Juan de Puerto Rico. Una bala cegó la voz del gran Felipe Pírela. El gran cantante, El Bolerista de América, muere sin haber cumplido los 31 años de edad, en condiciones aun no claramente establecidas y que hoy día, no tiene sentido especular por viles y cobardes. 
  Este muchacho de 30 años de edad, dejó un legado de talento, estilo, técnica y humilde pasión al cantar. Todas las generaciones de intérpretes de música latina (baladas y boleros) lo tienen y tendrán por referencia, y es que,  Felipe en el año 1966, sin medios masivos de comunicación (Internet; comunicación satelital, televisión por cable) pudo vender más de un millón de copias de sus discos, apoyado tan solo por su talento y gentileza sin igual. Durante su carrera musical, grabó 22 Long plays, además de su participación en el disco inaugural de la Orquesta de Porfi Jiménez, en un disco que llegó al número uno del hit parade nacional dedicado a la navidad. Felipe Pirela, a lo largo de los años ha recibido el homenaje de muchos artistas, quienes le han dedicado producciones completas. Entre otros podemos mencionar a HECTOR LAVOE, JIMMY REY, ARGENIS CARRUYO, FREDDY LAYA, y recientemente el grupo venezolano VOCAL SONG. 

   Amigos disfruten ahora una pista de audio con un hermoso programa de su Crónica Mix dedicado al siempre recordado, respetado y admirado Bolerista de América, FELIPE PIRELA. 


Los Migueles,

 Fuentes consultadas: www.wikipedia.org www.salsa2u.com www.orquestabillos.com. www.elboleristadeamerica.blogspot.com



miércoles, 13 de marzo de 2013

Los Boticarios de las Vieja Caracas

   Cronica Libre de Caracas los invita a escuchar en el enlace a abajo dejamos  un ameno programa para recordar las viejas boticas caraqueñas. En él los Migueles Conversamos sobre la larga lista de oficios que se podian ejercer en dichos locales comerciales. El boticario fungia en la vieja Caracas de curandero, yerbatero, sobador, dentista, consejero, psicologo, partero,  en fin,  era toda una autoridad en la comunidad;podemos decir que ejercia la atencion primaria en salud del cuerpo y el espitiru en aquella Caracas de los años 20,30 y 40.
  Capaz de recetar por su experiencia y ojo clinico, este amable y respetado vecino, la mayoria de las veces abordaba con éxito, enfermedades  tales como gripes, anginas, torceduras, trataba el dolor y realizana la extraccion de muelas; se ocupaba de aliviarlos  dolores mestruales, enfermadades venereas, dolores de cabeza, diarreas, culebrillas y muchas otras dolencias recurrentes o estacionales, cuyo conocimiento y tratamiento farmacéutico fue pasando de generación en generación, y alli que el amable boticario, quizas por tradicion familiar fue aprendiendo y aplicando el oficio en beneficio de la vecindad, atendiéndola en todo lo que fuese necesario para la salud.
   Amigos esperamos que disfruten escuchando este ameno programa, y les recordamos que pueden seguirnos a través del facebook y en nuestra página de podomatic, en www.cronicalibredecaracas.podomatic.com así como escribirnos por twitter @cronicalibreccs cuando requieran que conversemos de algún tema en particular relacionado con nuestra bella Caracas.

Saludos,



Los Migueles



martes, 12 de marzo de 2013

LA TELENOVELA EN VENEZUELA


Leonela.
   José Ignacio Cabrujas las llamo “el espectáculo del sentimiento”. Éste género literario ha logrado que el venezolano lo haya seleccionado como el medio de distracción, el espectáculo casero y familiar predilecto para divertirse o alegrar el sentimiento, así se trate de una mala comedia o una cursi historia; no importa, el venezolano quiere a su “telenovela”, siempre y cuando ésta se identifique con él y  con su entorno.
La telenovela puede ser cursimente rosada, con personajes dulces, santos fabricados para la ocasión o  muy amarga y llena de intrigas, villanos y malvivientes de toda calaña, no importa, el televidente se ubica y se queda “pegao”, cuando se hace cliente, por sobre todo no le importa el horario ni fecha en el calendario. Ver una telenovela tiene un ritual que depende de la hora. La batería de programas novelísticos arrancan desde las 10:30 am hasta altas horas de la noche; son una retahíla de comedias por los diferentes canales, y por eso muchas personas hasta hacen un índice horario para no pelarse la o las que ve con preferencia y utiliza el control remoto para saltar de un canal a otros, de una novela a la otra conociendo premeditadamente el canal que la presenta.
Señora de Cardenas
La telenovela es una verdadera industria; una gran fuente de trabajo, productora de dinero para todos los intervinientes, claro dependiendo de su calidad, que incluye su escritor, guionistas, protagonistas, escenarios y muchos otros factores que la hacen exitosa, mediocre o mala; como toda inversión, éstas suponen un riesgo para el productor, éste apuesta que su público la tome o la deje.
Venezuela siempre ha gozado de merecida fama de buena productora de telenovelas: Desde que se inició la TV en el año 1952, la novela fue incluida en su programación. La primera novela televisada fue    “LA CRIADA DE LA GRANJA” en 1953. Desde los años 50, son miles de personas que han intervenido como actores en las telenovelas, protagonistas, segundones y terceros, extras sin contar con todo el equipo humano de producción.
Como recordar es vivir, hagámoslo ubicando a los pioneros de la telenovelas en Venezuela: Bellas y galanes, feos y feas, gordos, flacos, rubios o negros, venezolanos y extranjeros, todos valiosos para el espectáculo que se iniciaba en la TV, pues ya en Venezuela para esa época (1950) ya se gozaba de experiencia en el género novelístico, pero era otra cosa.
Recordemos a la gran Ilda Vera y a Luis Salazar en la obra Los Tres Villalobos e Historias de Dos Ciudades, y otras; Zoe Ducós y Hector Hernández Vera; Elvira Mayo y Enrique Failace; Peggy Walker y Manolo Coego; Amelia Román y Jorge Félix; Eva Moreno y Oscar Martínez; Marina Baura, Raúl Amundaray, Lupita Ferrer, José Bardina, Miguel Ángel Landa, Ilda Carrero, Eduardo Serrano, José Luis Rodríguez, Mayra Alejandra, Ilda Abraham,  Guillermo Fantástico González, Caridad Canelón, Orlando Urdaneta, Guillermo Dávila, Alva Roversi Noelì Arteaga y muchos mas no menos exitosos.
Éstas personas actrices y actores marcaron imborrable época en la Televisión Venezolana e internacional pues muchas de esas obras fueron exportadas y se proyectaron con toda su calidad en muchos países. Y es que escritores de la talla de José Ignacio Cabrujas, Delia Fiallo, Ligia Lezama, Leonardo Padrón, Cesar Miguel Rondón, Perla Farías, Alberto Barrera Tizca, Román Chalbaud, Pilar Romero, Fausto Verdial, Manuel Muñoz Rico entre otros famosísimos escritores fueron o son los pioneros, creadores de novelas que fueron vividas y profundamente sentidas por los venezolanos.
Debemos recordar algunos títulos de obras televisadas, unas más exitosas quizás que otras, pero en definitivas vistas por un leal público,  pero eso sí, todas hechas con gran pasión y profesionalismo.
La Hija de Juana Crespo, La Guajirita, Amores de Fin de Siglo, El País de la Mujeres, Ciudad Vendita, Por Estas Calles, Ligia Elena, Las Amazonas, El Sol Sale Para Todos, Niña Bonita, Caína, Las Tres Hermanas, La Mujer de Judas, Cristal, Khassandra, La Señora Cárdenas, Cosita Rica, Natalia de Ocho a Nueve, Rafaela, Estefanía, Leonela, Luisana, Abigail, y otras.
Recordar y citar es difícil, sabemos que nos están todos los actores, obras o escritores, esto no es un inventario,  quien lea este escrito debe ubicarse en el tiempo y el espacio, olores y colores, hacer su propio ejercicio mental para gozar o llorar.

Los Migueles.


lunes, 11 de marzo de 2013

Caracas en Autobus. Audio

Amigos de su Crónica Libre de Caracas. Nuestra hermosa sultana del Avila, siempre ha presentado caracteristicas muy particulares con relación a su transporte colectivo urbano. Desde la epoca de carrozas y calezas, pasando por el tranvia, que lamentablemente no sobrevivio al crecimiento desordenado de la ciudad y la falta de planificación urbanisgtica, hasta las camioneticas de hoy, siempre fue y ha sido un caos. En el programa de hoy podrán escuchar el audio que recoge una sabrosa y amena terptulia que describe algunos pasajes y aventuras, por decir lo menos, de lo que representa el suplicio de tener que abordar un autobus, autobuseta o carrito en la ciudad de Caracas. Tratamos la primera parte del transporte colectivo de nuestra querida ciudad.

Escriban que siempre nos orientan sus comentarios a través de twitter @cronicalibreccs o al correo de cronicalibredecaracas@hotmail.com... con gusto compartiremos con ustedes,  y seguro que tambien lo disfrutamos.


LosMigueles