sábado, 22 de marzo de 2014

Centro de Caracas. Cuadrilátero Historico



El Centro de Caracas y algunas de sus historias.


Cuadrilátero Histórico.





En el primer plano de nuestra ciudad -elaborado por el Gobernador Juan de Pimentel en el año de 1578-  Caracas resultaba dividida en veinticinco manzanas de las cuales la del centro era la manzana dispuesta para la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar). El “Centro de Caracas”, zona urbana cuyos límites territoriales hoy día no están claramente definidos, hacía referencia a las esquinas y calles pertenecientes a las doce manzanas que formaban una perfecta cuadrícula gravitando alrededor de la Plaza Bolívar. Este concepto de Centro de Caracas,  punto de partida para ulteriores políticas de “ordenación urbanística”, y que aun hoy todavía posee un determinante contenido histórico, social  y geopolítico, con el paso de los años se ha ido modificando.
        Si partimos solo de la base territorial para dar una denominación al centro de la capital, tenemos que Arístides Rojas,  escritor y gran cronista colonial, llamó al Centro de Caracas “el cuadrilátero histórico” y allí situaba a la ciudadela, -como él la llamaba-  agrupando en un concepto a las manzanas comprendidas entre la Plaza de Altagracia y la esquina de Maturín por el Norte, y por el Sur demarcada por las esquinas Traposos y La Bolsa. De manera que,  entre el Norte y el Sur,  en los límites señalados,  estaban las doce manzanas más importantes de Caracas, área donde se verificaban los actos civiles y políticos más importantes de la ciudad en tiempos de la colonia.
Dentro de tales linderos estuvieron los conventos Dominicos, Franciscanos y de las Concepciones,  los Templos de San Francisco, San Sebastián -que luego fue de San Mauricio- y la Catedral con su Cementerio y su prisión para los Eclesiásticos. Encontramos también la casa que ordenó construir Don Diego de Losada, en la Esquina de Maturín; El palacio de los Capitanes Generales, la Audiencia, la Cárcel Real, El Ayuntamiento, el Seminario Tridentino, La Universidad de Caracas, la Tesorería Real, una de las oficinas de la Compañía Guipuzcoana, la imprenta, La Plaza Mayor y las casas donde nacieron Francisco de Miranda (Esquina de Padre Sierra) y Simón Bolívar (San Jacinto y Traposos).
         Actualmente, se tiene como referencia de lo que es el centro de Caracas a la Plaza Bolívar; esta plaza no siempre se llamo así, pues se le conoció como La Plaza Mayor, Plaza de Armas, de Constitución, y Plaza Real. Es a partir de 1874, cuando Antonio Guzmán Blanco, luego de ordenar la instalación de la estatua ecuestre del Libertador y realizar algunas refacciones, dispuso que en lo sucesivo se denominaría a la plaza actualmente  se le conoce,  la “Plaza Bolívar”.
  Las manzanas y sus casas ubicadas más cerca del 
centro, estaban destinadas a ser habitadas por aquellos ciudadanos que fuesen considerados nobles, ricos, blancos, gobernantes, integrantes del clero, miembros de la fuerza pública, u otra importante distinción que los hiciera los notables de la época. Quienes social y económicamente fuesen considerados “inferiores” vivían en las manzanas más alejadas de la Plaza Bolívar, en la periferia, retirados del centro, es decir en los márgenes de la llamada ciudadela.

     La Plaza Bolívar, linda con cuatro (4) esquinas: Torre, Principal, Monjas y Gradillas; cada una de ellas tiene su particular historia e importancia. Así  tenemos:
Torre: su nombre deriva de la torre de la Catedral  Caracas, templo glorioso e histórico que sufrió una y otra vez los rigores de los terremotos que afectaron a la ciudad en los años 1776, 1812, 1900, y, 1967, resultando en cada caso, destruida la torre la cual fue una y otra vez reconstruida, resultando modificada en cada ocasión. Esta torre está adornada con cuatro (4) relojes, uno por cada cara y tiene ocho (8) campanas de bronce. Por muchos años la torre, por su altura, destacaba sobre todas las construcciones de Caracas.
Gradillas: Ubicada al sureste de la plaza, posee unas pequeñas gradas construías para corregir el desnivel del terreno generado por la pendiente natural de Caracas y por la pavimentación las calles; esta circunstancia obligó a sus diseñadores a construir dichas gradas para ingresar a la plaza sorteando el desnivel, de allí su nombre.
Gradillas siempre ha sido una esquina importante, incluso la familia Bolívar tuvo una casa en el terreno donde hoy encontramos el Palacio Arzobispal.  En esta casa vivió el Libertador sus primeros años de infancia después de la muerte de sus padres; también se dice que volvió a dormir allí  la noche el 10 de enero de 1827,  última vez que vino a Caracas.
Principal: ubicada en la esquina noroeste de la plaza tiene un historial añejo e interesante. En tal sitio hubo y hay importantes edificios; allí funcionó el cuerpo principal de la Guardia; luego ese mismo edificio se convirtió en un cuartel, luego fue la Cárcel Real, después Palacio Presidencial,  hasta lo que es hoy, la Casa Amarilla,  sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El Presidente Antonio Guzmán Blanco fue quien ordenó modificar y acondicionar el edificio que sirvió de cárcel Real para convertirlo en Palacio Presidencial,  y dispuso pintarlo de amarillo pues era el color de su Partido Liberal. Esta edificación tiene una propia y larga historia por los hechos que allí se sucedieron y luego comentaremos.
Monjas: Ubicada en el suroeste de la plaza; en un edificio allí situado funcionó el Convento de las Monjas de la Inmaculada Concepción, sede ahora del Consejo Municipal. Igualmente estuvo el seminario de Santa Rosa, y se utilizó, durante de la independencia, como cárcel,  colegio y como capilla del seminario.

Ahora bien, entre la esquina Principal y Torre  actualmente se encuentra la sede de la Alcaldía de Caracas. Años atrás funcionó la Gobernación de Caracas y allí,  durante los primeros años del siglo pasado,  se cometió un crimen de gran resonancia nacional, fue asesinado a puñaladas un hombre de ingrata recordación para la patria, Eustoquio Gómez, un esbirro y asesino, pariente de dictador de Venezuela durante 27 años Juan Vicente Gómez.
 Corría el año 1895, y en esa importante zona ya funcionaba uno de los primeros hoteles de Venezuela,  estuvo el gran Hotel Venezuela local que junto con el Hotel El León de Oro, fue de los más lujosos hoteles de Caracas.
El Hotel Venezuela, posteriormente cambio su nombre y pasó a llamarse el Gran Hotel Klind,  un próspero negocio que cesó sus funciones, luego de ser comprado para convertirlo, después de algunas remodelaciones en el Edificio Washington,  inmueble donde se encontraba el conocido Cable Americano, empresa que gestionaba las  comunicaciones entre Venezuela y el exterior. También estaba el recordado Bar Democrático, lugar donde se reunían los músicos de Caracas con sus instrumentos para ser contratados por las personas para realizar los “toques” en fiestas, bautizos, matrimonios y celebraciones de 15 años. Por cierto, se dice que de la esquina, el local o de las tertulias sostenidas por esa gran cantidad de músicos que esperaban ser contratados para ganarse el día, surgieron dos frases celebres musicalmente hablando todavía hoy en pleno siglo 21. Vente Tu y Matar un Tigre. La primera,  “vente tú” se origina del llamado que un líder o contratado principal para una presentación,  realizaba al músico que quizás conocía tocando, pero no de nombre,  así que,  entre la gran cantidad de instrumentistas que diariamente se encontraban en esa esquina, se señalada a uno del grupo y se le decía… ¡hey Vente Tu, que tenemos un toque!. Toque era la expresión utilizada para las presentaciones ya fuera en reuniones familiares o locales nocturnos y “vente tú” entonces quedó como las agrupaciones que se forman a última hora, con las personas que se tienen disponibles y quizás no sean todas las mas aptas musicalmente, pero que mas esas eran las que estaban.
Por otra parte Matar el Tigre se refería al hecho de poder tocar un ritmo que derivada de un tema “jazzeado” que estaba de moda  llamado el Tiger Rag, jazz al estilo Dixieland, rápido y difícil de tocar y de bailar. Era la moda y por tanto una pieza obligada en las reuniones de Caracas. Todos debían tocarlo. Se convirtió en una penitencia para los músicos y cada vez que debían ejecutarla decían: “tenemos que aprender a matar un tigre” y después  “esta noche matamos al tigre”. Con el tiempo decir MATAR UN TIGRE se convirtió en una expresión que utilizaban los músicos para los trabajos ocasionales (“esta noche tengo un tigrito”, “nos vemos mañana esta noche voy a matar un tigre”), luego salió del ámbito musical y se extendió hacia otros campos en donde se realiza
El famoso Edificio Washington, en 1957 fue comprado para ser demolido y ejecutar en sus terrenos un proyecto de construcción de una torre de 12 pisos, propiedad de Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Paéz. Evidentemente, luego de la caída del dictador el proyecto se detuvo y en 1963 el terreno donde se edificaría, fue expropiado y aun permanece sin edificación. Al cruzar la calle, en la esquina del frente, debemos señalar  estuvo el Hotel Madrid, negocio donde funcionó recordado el Roof Garden, salón de baile donde el 31 de diciembre de 1937 hizo su gran debut en Caracas el querido Billo Frómeta.
De Principal a Monjas,  ya descritas, se encuentra la Casa Amarilla, sede hoy día del Ministerio de Relaciones Exteriores. Este edificio desde su construcción tuvo diversos destinos; fue cuartel, cárcel y Palacio de Gobierno. Debemos recordar que el diecinueve de abril de 1810 desde el balcón que está de frente a la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar), el Capitán General y Gobernador de la Provincia de Venezuela, Capitán Vicente Emparan, dados los hechos civiles y políticos que se desarrollaban en esos días, tanto en Venezuela como en España y cediendo a la presión popular,  celebró una especie de referéndum informal; obligado a preguntar al pueblo reunido en la Plaza Mayor, de espaldas a la Catedral de Caracas, un jueves Santa en la tarde, si ellos, la población,  deseaba que él siguiera al frente de su cargo … entonces dada la respuesta popular, anunció a los presentes su renuncia “la cual se le aceptó”.  
 También,  desde el otro balcón del famoso edificio, en la cara Norte de la edificación,  durante el terremoto de 1900, el Presidente Cipriano Castro, lleno de pánico por lo estruendoso del evento geográfico,  se lanzó al vacío cayendo sobre un transeúnte que pasaba por debajo amortiguando la caída,  pero con todo hubo dos heridos: el caminante que corría aterrorizado por el terremoto y el “valiente Presidente” que se fracturó el pie derecho. Al costado de la casa amarilla se encuentra el cine Rialto, una de las salas de lujo que existía en Caracas vieja; en la planta superior del edificio del cine funcionó el diario Ultimas Noticias. 
En la esquina Principal está el Teatro Principal, igualmente escenario de importantes actos artísticos; allí se presentó en el año 1935 Carlos Gardel; también Tito Guizard el artista mexicano que se hizo famosísimo por la película “Allá en el Rancho Grande”. También estaba El edificio La Francia centro joyero de Caracas y de Venezuela, reconocido mundialmente, recientemente confiscado y desalojado para usarlo con fines políticos.
Como hemos señalado, de Monjas a Gradillas está la sede del Consejo Municipal de Caracas e igualmente la sede del palacio arzobispal. Ambas instituciones tienen gran historial en la ciudad; Donde funciona el consejo estuvo el convento de las monjas de la inmaculada concepción, y, ahí funciono el colegio seminario de santa rosa; El terremoto de 1641 le causo muchos daños, por cierto que en la capilla del convento estuvo el santo sepulcro que es el mismo que hoy está en la iglesia de San Francisco. El convento fue usado, cuando la guerra de independencia, como una cárcel en la cual permaneció presa Luisa Cáceres de Arismendi. Al sur de la esquina, está el Palacio Legislativo. Donde está la sede del Palacio Arzobispal, estuvo una casa que perteneció a la familia Bolívar, en esa vivió Simón, luego de la muerte de sus padres.
De Gradillas a Torre; Entre estas dos esquinas esta la catedral de Caracas, el Museo Sacro y el edificio las Gradillas. En esta cuadra funcionó el diario la Religión, donde hoy se encuentra el museo sacro. En el edificio las Gradillas la famosa tienda Dovilla (¡Qué maravilla!) y funcionaron los tribunales de caracas. El edificio fue confiscado por el gobierno para fines políticos.
En el Centro de Caracas hay otras esquinas históricas, tanto como las  citadas. Por ejemplo encontramos las esquinas de San Jacinto y Traposos que es la cuadra donde están la casa natal del libertador, el museo bolivariano y la sociedad bolivariana. En tal cuadra estuvieron: La plaza El Venezolano, el Mercado Principal, el Hotel el León de Oro,  el famoso Restaurante La Atarraya y el Convento de San Jacinto. Otras esquinas históricas son: San francisco, Sociedad, Santa Capilla, Conde y Veroes. 
 Con todo lo señalado hemos querido tratar demarcar el “verdadero centro de Caracas” pues entorno él, la ciudad se expandió por todos los puntos cardinales y por ello el concepto de centro se extendió hasta límites no determinados, pero así aceptados. Así hoy día, Candelaria, el Silencio, el Paraíso, el norte de la Plaza Bolívar hasta Jesuita, también son consideradas parte del Centro de Caracas y parte de las avenidas México, Universidad, Urdaneta, y, Baralt, también. 
El presente escrito persigue dar algunas orientaciones a todo aquel interesado en la historia de la ciudad y a quienes, aun siendo caraqueños, jamás han ido al centro de caracas y si lo han hecho,  no tienen la más remota idea de las historias y relatos que en cada esquina se encuentran  a la espera de un narrador que nos los traiga a la memoria.

Los Migueles



miércoles, 19 de marzo de 2014

FRAUDE EN LAS PRESIDENCIALES, LA ERE PARALIZADA

 El pueblo venezolano gritando FRAUDE EN LAS PRESIDENCIALES, solicitó auditoria y revisión de resultados....
  
En cadena de radio y televisión un jueves 18 de abril de 2013 a las 10:25 pm, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, acompañada de los otros 4 rectores del ente comicial, anunció que, tras la solicitud realizada por los sectores "antichavistas", se decidió realizar la auditoria de verificación ciudadana sobre el 46 por ciento de mesas que no fueron "aperturadas" el pasado 14 de abril, en un proceso de verificación que chequea que los votos transmitidos por cada máquina electoral corresponda con los comprobantes de votos. Entre las razones, Lucena señaló que se busca aislar a los sectores violentos.
Tibisay Lucena, aceptó y ofreció dar unos resultados "fidedignos" luego de la señalada  auditoria que celebraría en un plazo de 30 días contados desde el 18 de abril de 2013; se escogerían paritariamente representantes de las partes en pugna y de la sociedad civil, no comprometidos y decentes" para realizar la auditoria, mas o menos como proponen hoy, casi un año después, sleccionar a los mejores ciudadanos diputados para conformar la "Comisión de la Verdad" que investigará la violencia contra estudiantes y ciudadanos de la patria, patrañas.
  El caso es que,  en el 2013 no se llevó a cabo auditoria alguna, solo se revisaron algunas máquinas de votación, pero contra sus propias papeletas. Nunca se utilizaron los cuadernos de votación, solo los comprobantes de votación que expide cada maquina, algo así como decir " préstame una pelota de goma para jugar pelota de goma"
Aquello no fue una auditoria, no fue una honesta y exhaustiva revisión de resultados,  no se verificó nada contra listados de votación, contra los cuadernos de votación,  no se revisaron "votantes" fallecidos o fantasmas, tampoco doble cedulados,   firmas planas,  múltiples votantes, violencia y votos asistidos, centros de votación remota y fantasma, la violencia de colectivos armados en centros de votación, en fin, siempre quedó entre los ciudadanos de Venezuela, de una y otra tendencia política  la sensación del fraude contra la confianza, contra la nación; ese pútrido olor de ilegitimidad que emanaba desde los centros de poder oficial de Venezuela. Era cuestión de tiempo para que sucediera lo que hoy,  en efecto está ocurriendo, el pueblo venezolano despertó y aquellas palabras dichas por un señor que caminaba por Caracas cuando dijo... "el CNE solo paralizó, temporalmente,  una explosión social, fueron unas elecciones fraudulentas y mas temprano que tarde la raza libertadora tomará las calles nuevamente y recuperará la decencia, la democracia y el respeto por la nación... opino lo mismo, le dije y en silencio me marche!
 
ABRIL 2013 
CONVERSACIÓN SOSTENIDA CON UNA CARAQUEÑO EN LA CALLE.

 
     Un señor caminando por Caracas me ve, me para y comenta..." señor, Tibisay (CNE) cree que podrá engañar al pueblo venezolano con una treta para hacer pasar el tiempo... espero que no salga con vainas raras, porque el pueblo no está muerto, no está quieto, solo paralizado" 
 
- lo miré, con cara de asombro y le pregunté.. como qué paralizado? 
 
 ...el señor contesta:  "mire yo de pequeño jugaba un juego que se llamaba "La ERE PARALIZADA" en el cual un perseguidor, cuando te alcanzaba, te tocaba en el hombro y  tenias que quedarte tieso, sin moverte, estático, como "cataléptico" esperando que alguien te liberara para despertar, tocando tu hombro para continuar el camino... hasta el día de ayer (18/4/2013) el pueblo venezolano arrecho, efervescente corría a prepararse con ánimo lucha, para reclamar... sentía que tenía que marchar hacia la libertad, la justicia, hacia la verdad.. y , cada día con mas pasión y mas furia.  Tibisay, hábilmente tocó al pueblo en el hombro y lo paralizó... solo por 30 días creo, PERO AMIGO si la verdad de estás elecciones no alcanza al pueblo, si Tibisay no jugó con la honestidad que reclama su cargo, el pueblo mas temprano que tarde se liberará, dejará de estar paralizado y corriendo con paso de vencedores,  sean cuales fueren las consecuencias, hará temblar a los corruptos traidores de la patria y de la paz...  menuda responsabilidad asumió el  CNE de Venezuela..." 
 
 Lo miré y antes de despedirme le comenté..."señor tiene razón, el pueblo temporalmente solo está paralizado, físicamente nada mas,  pero su pensamiento, su corazón, su vergüenza, cada día se mueven mas y crece para reclamar la verdad, y esos sentimientos que temporalmente, como en una caja de Pandora, Tibisay temporalmente recogió y a la fuerza en esa caja los guardó, estallarán en cada rincón de Venezuela, es cuestión de tiempo, y nada,  sino la libertad podrá calmar las almas convulsas, arrechas de la nación... 
hasta siempre señor... y cuando miré nada me dijo, y entre la multitud caminó  ya no lo vi mas...