El Centro de Caracas y algunas de sus historias.
Cuadrilátero Histórico.
En
el primer plano de nuestra ciudad -elaborado por el Gobernador Juan de Pimentel
en el año de 1578- Caracas resultaba
dividida en veinticinco manzanas de las cuales la del centro era la manzana
dispuesta para la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar). El “Centro de Caracas”, zona
urbana cuyos límites territoriales hoy día no están claramente definidos, hacía
referencia a las esquinas y calles pertenecientes a las doce manzanas que
formaban una perfecta cuadrícula gravitando alrededor de la Plaza Bolívar. Este
concepto de Centro de Caracas, punto de
partida para ulteriores políticas de “ordenación urbanística”, y que aun hoy todavía
posee un determinante contenido histórico, social y geopolítico, con el paso de los años se ha
ido modificando.
Si partimos solo de la base territorial para
dar una denominación al centro de la capital, tenemos que Arístides Rojas, escritor y gran cronista colonial, llamó al Centro
de Caracas “el cuadrilátero histórico” y allí situaba a la ciudadela, -como él
la llamaba- agrupando en un concepto a las
manzanas comprendidas entre la Plaza de Altagracia y la esquina de Maturín por
el Norte, y por el Sur demarcada por las esquinas Traposos y La Bolsa. De manera
que, entre el Norte y el Sur, en los límites señalados, estaban las doce manzanas más importantes de
Caracas, área donde se verificaban los actos civiles y políticos más
importantes de la ciudad en tiempos de la colonia.
Dentro
de tales linderos estuvieron los conventos Dominicos, Franciscanos y de las Concepciones,
los Templos de San Francisco, San
Sebastián -que luego fue de San Mauricio- y la Catedral con su Cementerio y su prisión
para los Eclesiásticos. Encontramos también la casa que ordenó construir Don
Diego de Losada, en la Esquina de Maturín; El palacio de los Capitanes
Generales, la Audiencia, la Cárcel Real, El Ayuntamiento, el Seminario
Tridentino, La Universidad de Caracas, la Tesorería Real, una de las oficinas
de la Compañía Guipuzcoana, la imprenta, La Plaza Mayor y las casas donde
nacieron Francisco de Miranda (Esquina de Padre Sierra) y Simón Bolívar (San
Jacinto y Traposos).
Actualmente,
se tiene como referencia de lo que es el centro de Caracas a la Plaza Bolívar;
esta plaza no siempre se llamo así, pues se le conoció como La Plaza Mayor, Plaza
de Armas, de Constitución, y Plaza Real. Es a partir de 1874, cuando Antonio Guzmán
Blanco, luego de ordenar la instalación de la estatua ecuestre del Libertador y
realizar algunas refacciones, dispuso que en lo sucesivo se denominaría a la
plaza actualmente se le conoce, la “Plaza Bolívar”.
Las
manzanas y sus casas ubicadas más cerca del
centro, estaban destinadas a ser
habitadas por aquellos ciudadanos que fuesen considerados nobles, ricos,
blancos, gobernantes, integrantes del clero, miembros de la fuerza pública, u
otra importante distinción que los hiciera los notables de la época. Quienes social
y económicamente fuesen considerados “inferiores” vivían en las manzanas más
alejadas de la Plaza Bolívar, en la periferia, retirados del centro, es decir
en los márgenes de la llamada ciudadela.
La
Plaza Bolívar, linda con cuatro (4) esquinas: Torre, Principal, Monjas y Gradillas;
cada una de ellas tiene su particular historia e importancia. Así tenemos:
Torre: su
nombre deriva de la torre de la Catedral
Caracas, templo glorioso e histórico que sufrió una y otra vez los
rigores de los terremotos que afectaron a la ciudad en los años 1776, 1812,
1900, y, 1967, resultando en cada caso, destruida la torre la cual fue una y
otra vez reconstruida, resultando modificada en cada ocasión. Esta torre está
adornada con cuatro (4) relojes, uno por cada cara y tiene ocho (8) campanas de
bronce. Por muchos años la torre, por su altura, destacaba sobre todas las
construcciones de Caracas.
Gradillas: Ubicada
al sureste de la plaza, posee unas pequeñas gradas construías para corregir el
desnivel del terreno generado por la pendiente natural de Caracas y por la pavimentación
las calles; esta circunstancia obligó a sus diseñadores a construir dichas gradas
para ingresar a la plaza sorteando el desnivel, de allí su nombre.
Gradillas siempre ha sido una esquina importante,
incluso la familia Bolívar tuvo una casa en el terreno donde hoy encontramos el
Palacio Arzobispal. En esta casa vivió
el Libertador sus primeros años de infancia después de la muerte de sus padres;
también se dice que volvió a dormir allí la noche el 10 de enero de 1827, última vez que vino a Caracas.
Principal: ubicada
en la esquina noroeste de la plaza tiene un historial añejo e interesante. En
tal sitio hubo y hay importantes edificios; allí funcionó el cuerpo principal
de la Guardia; luego ese mismo edificio se convirtió en un cuartel, luego fue
la Cárcel Real, después Palacio Presidencial, hasta lo que es hoy, la Casa Amarilla, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El Presidente Antonio Guzmán Blanco fue quien ordenó modificar
y acondicionar el edificio que sirvió de cárcel Real para convertirlo en Palacio
Presidencial, y dispuso pintarlo de
amarillo pues era el color de su Partido Liberal. Esta edificación tiene una propia
y larga historia por los hechos que allí se sucedieron y luego comentaremos.
Monjas:
Ubicada en el suroeste de la plaza; en un edificio allí situado funcionó el Convento
de las Monjas de la Inmaculada Concepción, sede ahora del Consejo Municipal.
Igualmente estuvo el seminario de Santa Rosa, y se utilizó, durante de la
independencia, como cárcel, colegio y
como capilla del seminario.
Ahora bien, entre la esquina Principal y Torre actualmente se encuentra la sede de la
Alcaldía de Caracas. Años atrás funcionó la Gobernación de Caracas y allí, durante los primeros años del siglo pasado, se cometió un crimen de gran resonancia
nacional, fue asesinado a puñaladas un hombre de ingrata recordación para la patria,
Eustoquio Gómez, un esbirro y asesino, pariente de dictador de Venezuela
durante 27 años Juan Vicente Gómez.
Corría el año 1895,
y en esa importante zona ya funcionaba uno de los primeros hoteles de
Venezuela, estuvo el gran Hotel
Venezuela local que junto con el Hotel El León de Oro, fue de los más lujosos hoteles
de Caracas.
El Hotel Venezuela, posteriormente cambio su nombre y
pasó a llamarse el Gran Hotel Klind, un
próspero negocio que cesó sus funciones, luego de ser comprado para convertirlo,
después de algunas remodelaciones en el Edificio Washington, inmueble donde se encontraba el conocido Cable
Americano, empresa que gestionaba las comunicaciones entre Venezuela y el exterior. También
estaba el recordado Bar Democrático, lugar donde se reunían los músicos de
Caracas con sus instrumentos para ser contratados por las personas para realizar
los “toques” en fiestas, bautizos, matrimonios y celebraciones de 15 años. Por
cierto, se dice que de la esquina, el local o de las tertulias sostenidas por
esa gran cantidad de músicos que esperaban ser contratados para ganarse el día,
surgieron dos frases celebres musicalmente hablando todavía hoy en pleno siglo
21. Vente Tu y Matar un Tigre. La primera, “vente tú” se origina del llamado que un líder o
contratado principal para una presentación,
realizaba al músico que quizás conocía tocando, pero no de nombre, así que, entre la gran cantidad de instrumentistas que
diariamente se encontraban en esa esquina, se señalada a uno del grupo y se le decía…
¡hey Vente Tu, que tenemos un toque!. Toque era la expresión utilizada para las
presentaciones ya fuera en reuniones familiares o locales nocturnos y “vente
tú” entonces quedó como las agrupaciones que se forman a última hora, con las
personas que se tienen disponibles y quizás no sean todas las mas aptas
musicalmente, pero que mas esas eran las que estaban.
Por otra parte Matar el Tigre se refería al hecho de poder
tocar un ritmo que derivada de un tema “jazzeado” que estaba de moda llamado el Tiger Rag, jazz al estilo Dixieland,
rápido y difícil de tocar y de bailar. Era la moda y por tanto una pieza
obligada en las reuniones de Caracas. Todos debían tocarlo. Se convirtió en una
penitencia para los músicos y cada vez que debían ejecutarla decían: “tenemos
que aprender a matar un tigre” y después “esta noche matamos al tigre”. Con el tiempo
decir MATAR UN TIGRE se convirtió en una expresión que
utilizaban los músicos para los trabajos ocasionales (“esta noche tengo un
tigrito”, “nos vemos mañana esta noche voy a matar un tigre”), luego salió del
ámbito musical y se extendió hacia otros campos en donde se realiza
El famoso Edificio Washington, en 1957 fue comprado para
ser demolido y ejecutar en sus terrenos un proyecto de construcción de una
torre de 12 pisos, propiedad de Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Paéz.
Evidentemente, luego de la caída del dictador el proyecto se detuvo y en 1963
el terreno donde se edificaría, fue expropiado y aun permanece sin edificación.
Al cruzar la calle, en la esquina del frente, debemos señalar estuvo el Hotel Madrid, negocio donde funcionó
recordado el Roof Garden, salón de baile donde el 31 de diciembre de 1937 hizo
su gran debut en Caracas el querido Billo Frómeta.
De Principal a Monjas, ya descritas, se encuentra la Casa Amarilla, sede
hoy día del Ministerio de Relaciones Exteriores. Este edificio desde su
construcción tuvo diversos destinos; fue cuartel, cárcel y Palacio de Gobierno.
Debemos recordar que el diecinueve de abril de 1810 desde el balcón que está de
frente a la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar), el Capitán General y Gobernador de
la Provincia de Venezuela, Capitán Vicente Emparan, dados los hechos civiles y políticos
que se desarrollaban en esos días, tanto en Venezuela como en España y cediendo
a la presión popular, celebró una especie
de referéndum informal; obligado a preguntar al pueblo reunido en la Plaza
Mayor, de espaldas a la Catedral de Caracas, un jueves Santa en la tarde, si ellos,
la población, deseaba que él siguiera al
frente de su cargo … entonces dada la respuesta popular, anunció a los
presentes su renuncia “la cual se le aceptó”.
También, desde el otro balcón del famoso edificio, en
la cara Norte de la edificación, durante
el terremoto de 1900, el Presidente Cipriano Castro, lleno de pánico por lo
estruendoso del evento geográfico, se
lanzó al vacío cayendo sobre un transeúnte que pasaba por debajo amortiguando
la caída, pero con todo hubo dos
heridos: el caminante que corría aterrorizado por el terremoto y el “valiente
Presidente” que se fracturó el pie derecho. Al costado de la casa amarilla se
encuentra el cine Rialto, una de las salas de lujo que existía en Caracas vieja;
en la planta superior del edificio del cine funcionó el diario Ultimas
Noticias.
En la esquina Principal está el Teatro Principal, igualmente
escenario de importantes actos artísticos; allí se presentó en el año 1935
Carlos Gardel; también Tito Guizard el artista mexicano que se hizo famosísimo
por la película “Allá en el Rancho Grande”. También estaba El edificio La
Francia centro joyero de Caracas y de Venezuela, reconocido mundialmente,
recientemente confiscado y desalojado para usarlo con fines políticos.
Como hemos señalado, de Monjas a Gradillas está la
sede del Consejo Municipal de Caracas e igualmente la sede del palacio
arzobispal. Ambas instituciones tienen gran historial en la ciudad; Donde
funciona el consejo estuvo el convento de las monjas de la inmaculada
concepción, y, ahí funciono el colegio seminario de santa rosa; El terremoto de
1641 le causo muchos daños, por cierto que en la capilla del convento estuvo el
santo sepulcro que es el mismo que hoy está en la iglesia de San Francisco. El
convento fue usado, cuando la guerra de independencia, como una cárcel en la
cual permaneció presa Luisa Cáceres de Arismendi. Al sur de la esquina, está el
Palacio Legislativo. Donde está la sede del Palacio Arzobispal, estuvo una casa
que perteneció a la familia Bolívar, en esa vivió Simón, luego de la muerte de
sus padres.
De Gradillas a Torre; Entre estas dos esquinas esta la
catedral de Caracas, el Museo Sacro y el edificio las Gradillas. En esta cuadra
funcionó el diario la Religión, donde hoy se encuentra el museo sacro. En el
edificio las Gradillas la famosa tienda Dovilla (¡Qué maravilla!) y funcionaron
los tribunales de caracas. El edificio fue confiscado por el gobierno para
fines políticos.
En el Centro de Caracas hay otras esquinas históricas,
tanto como las citadas. Por ejemplo encontramos
las esquinas de San Jacinto y Traposos que es la cuadra donde están la casa
natal del libertador, el museo bolivariano y la sociedad bolivariana. En tal
cuadra estuvieron: La plaza El Venezolano, el Mercado Principal, el Hotel el
León de Oro, el famoso Restaurante La
Atarraya y el Convento de San Jacinto. Otras esquinas históricas son: San
francisco, Sociedad, Santa Capilla, Conde y Veroes.
Con todo lo señalado
hemos querido tratar demarcar el “verdadero centro de Caracas” pues entorno él,
la ciudad se expandió por todos los puntos cardinales y por ello el concepto de
centro se extendió hasta límites no determinados, pero así aceptados. Así hoy día,
Candelaria, el Silencio, el Paraíso, el norte de la Plaza Bolívar hasta
Jesuita, también son consideradas parte del Centro de Caracas y parte de las
avenidas México, Universidad, Urdaneta, y, Baralt, también.
El presente escrito persigue dar algunas orientaciones
a todo aquel interesado en la historia de la ciudad y a quienes, aun siendo
caraqueños, jamás han ido al centro de caracas y si lo han hecho, no tienen la más remota idea de las historias
y relatos que en cada esquina se encuentran a la espera de un narrador que nos los traiga a
la memoria.
Los Migueles